Milagro…

Todos hacemos un milagro de vez en cuando directa o indirectamente : cuando ayudamos a alguien, cuando le damos la mano al caído, cuando consolamos el disgusto de una persona, etc,. es un gesto humano que nos hace ser mejores personas y sobretodo nos hace crecer.
Creo que un milagro es que un pensionista llegue a fin de mes con 400 euros, que una madre soltera o divorciada llegue al día 30 de mes dando de comer a sus hijos con los “grandes beneficios sociales” que tenemos en España, que una persona abandone las drogas por una vida mejor y más saludable, que una persona te mire por la calle y te regale una sonrisa alguna vez,… son pequeños milagros que obramos los seres humanos y que sin duda alguna, uniendo unos a otros nos hacen la vida más sencilla.
Dios no tiene que obrar milagros, cuando la gente reza para pedir cosas, no se dan cuenta de que Dios no les va a escuchar, de hecho nadie lo hará, eso es egoísmo, narcisismo, pedir para sí mismo, ¿qué sentido tiene eso? para ello se creó el trabajo y la fuerza de voluntad, para salir hacia adelante luchando.
Muchas personas ven la religión como una válvula de escape y eso les genera esperanza : la esperanza nunca se pierde aunque haya muchas adversidades. Es difícil ver una vida sin esperanza y eh aquí otro milagro, afrontar las cosas mirando al horizonte.
Me gusta la palabra “milagro”, tiene misticismo y su sentido etimológico es sensacional : miraculum de mirari significa ver, contemplar, observar con admiración, contemplar estupefacto, impertérrito algo. Me gusta observar cosas y quedarme así; para mí es un milagro poder escribir aquí, poder ser capaz de pensar y poder tener la vida que tengo, cada día lo es, sólo que no nos damos cuenta de ello; por todo ello, doy gracias, gracias por permitirme evolucionar en la vida de esta manera.
Considero, por último, un milagro, tener a ciertas personas a mi lado y sí, las contemplo con admiración; en la oscuridad, la luz, la noche, el día, la niebla, la lluvia, busco esos ojos oscuros que me hacen soñar, que sin duda alguna son los tuyos peluche.
Para ser santo hay que obrar 3 milagros y creo que yo, aunque no ponga cuáles ya los he obrado, aunque pienso que no soy un santo ni es mi fin serlo.

Buenos días por la mañana 🙂